No se qué puede sentir un padre en esas circunstancias. No se qué puede haber pasado por su mente a lo largo de los días y los muchos kilómetros andados por el Caminante de la Paz, siempre con la sonrisa en la boca, siempre con la palabra amable, siempre con el pensamiento puesto en su hijo ausente
Hoy liberan a Pablo Emilio. No lo conozco, pero aprendí a hacerlo a través de los ojos y la palabra de Gustavo y Yuri Moncayo.
Hoy por fin, verán hecho realidad el sueño alado tantas veces postergado de tener a Pablo entre sus brazos.
Ya habrá otros momentos y otros espacios para analizar el por qué de los retrasos y anulaciones, de los responsables de todo esto y de los agradecimientos por haber hecho posible este reencuentro.
Hoy sólo toca ver a Gustavo, a Yuri, a Estela y a Pablo Emilio felices de nuevo.
0 comentaris:
Publicar un comentario