Al parecer, aún nos queda travesía que recorrer en este desierto de mediocridades ególatras, esperanzas truncadas y anhelos inalcanzables. Algunos de los compañeros de viaje han demostrado, en el éxito -a su pesar- del pasado 22 de mayo, su verdadero rostro de miserables chupópteros de las arcas públicas, que no conocen el valor del trabajo ni lo que significa respeto a los trabajadores. Y cuando creen que tienen poder no dudan en mostrar sus múltiples carencias como responsables y líderes autoproclamados y como personas.
Y en ellos se apoya este nuevo Compromís?. Así nos irá. Al tiempo....
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