Llevo toda la semana intentando escribir algo -sin éxito- sobre los múltiples y gravísimos casos de corrupción que asolan la práctica totalidad del país y la implicación, recurrente y reiterada, de altos cargo del Partido Popular.
Intento definir cuál es mi estado de ánimo frente a todos los casos, nombres, hechos y dineros esquilmados al conjunto de la ciudadanía y no soy capaz de encontrar uno que sobresalga entre los demás: indignación, estupor, abatimiento, indefensión, aburrimiento, saturación, hastío, enfado ..... enfado, enfado e indignación.
Al margen de las consecuencias legales, independientemente de las responsabilidades penales que la justicia acabe decidiendo (visto los precedentes de Camps no confío mucho) y de las responsabilidades políticas que puedan derivarse (jajajajajajajajaja), lo cierto es que en este país, unos pocos, amparados por la interesada ceguera de muchos otros, nos han robado a todos el dinero de la sanidad, la educación, la investigación, la atencion o las inversiones, el futuro y la calidad de vida.
Y bajo el miedo de la crisis pretenden que entre todos paguemos las consecuencias de sus acciones. Desmantelan el estado y los servicios públicos porque es un negocio del que seguir aprovechándose, como lo han hecho con el dinero público. Un modus vivendi para algunos escogidos que, generando temor e indefensión, debemos seguir sufragando la inmensa mayoría de los ciudadanos, afectados por las graves consecuencias de sus decisiones. Y seguimos callados, asisitiendo abatidos cómo se acerca nuestro final cuando deberíamos resistirnos y oponernos rotundamente a ser el alimento con el que crece la codicia y la avaricia de esta permenentemente insatisfecha gentuza. Que se jodan.
1 comentaris:
Muy buena entrada
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