Mañana hay una manifestación ultrafascista contra el alcalde de mi pueblo y de mi formación política bajo el lema "No queremos un alcalde catalanista", o algo así. No voy a entrar en la barbaridad que supone esta convoctaria ni en lo que puede generar en un pueblo de trabajadores que la Delegación del Gobierno del PP permita este tipo de situaciones y de provocaciones .... la responsabilidad de lo que pase será exclusivamente de España 2000 y de Paula Sánchez de León, representante de Rajoy en Valencia.
Pero si mala es la noticia -y el hecho- de que a mi pueblo vengan cuatro neofascistas tardofranquistas, peor es la noticia de que el PP de Burjassot va a participar en esa concentración. En prensa ha aparecido que al menos uno de los concejales del ayuntamiento de esta formación estará con esta gente en la protesta.
Estamos a mitad de legislatura con un gobierno formado por el denostado tripartito, al que algunos tanto parecen odiar (o temer), donde la tercera fuerza política (Compromís, con el 9,5% de concejales) tiene la alcaldía el 75% de la legislatura, gracias al esfuerzo y la generosidad del resto de fuerzas progresistas (PSPV-PSOE y EUPV-IU).
Quizás los temerosos de los acuerdos, del tripartito, los puristas de la inmaculada ideología hubieran preferido que los que mañana acompañarán a la extrema derecha frente a las puertas del ayuntamiento estuvieran gobernando en mor de esa pureza. Otros estaremos mañana en las puertas del ayuntamiento, frente al verdadero enemigo, intentado evitar -como hicimos hace dos años- que avancen un paso más. Y que se quite de enmedio quien anteponga otra cosa que el interés mayoritario y la salvaguarda de derecho y conquistas sociales largamente peleadas porque se pone en el lado equivocado del tapete. Y caerán las caretas de la hipocresía y de la mentira y será vencido otra vez.
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