Lamento profundamente no haber estado en el CN de ayer. Lamento no haber podido expresar mi rechazo absoluto hacia las formas, maneras y decisiones de estas nuevas mayorías, lideradas por personas profundamente sectarias e intransigentes, que han conducido a nuestra organización a un problema de imposible solución.
Lamento que, una vez más, no exista ninguna responsabilidad de quienes han recibido de la militancia la responsabilidad de gobernar EU siguiendo los principios que nos definían y que han sido atacados, vulnerados y menospreciados por quienes más y mejor ejemplo deberían dar. Llevo mucho escrito sobre todo ello y reitero mi profundo cansancio y aburrimiento sobre esta situación. Determinada gente que ha demostrado su impotencia para liderar y organizar a la izquierda real de este país sigue sin asumir ninguna responsabilidad sobre todo lo ocurrido no sólo en los últimos meses sino en los cuatro años que llevan dirigiendo a su antojo esta caótica organización.
Expulsar a las dos diputadas, con las que no comparto algunas de las decisiones que han tomado junto a los diputados del Bloc, no soluciona absolutamente nada, salvo que nuestra coordinadora reclame de nuevo el cargo de Síndica, uno de los objetivos personales que impregnan todas las decisiones que se han tomado en los últimos meses. Expulsiones, peticiones de dimisión de un cargo federal, eximir de culpa y responsabilidad a los dirigentes de la campaña electoral o mantener exclusiones y vetos son claros ejemplos de la manifiesta incapacidad de liderazgo y capacidad de aglutinar sobre objetivos políticos; sólo se trabaja sobre objetivos personales.
Quizás la responsabilidad y la prudencia que determinadas personas han mostrado en todo este tiempo, hasta ahora guardadoras de un más que respetuoso silencio, anteponiendo y salvaguardando la imagen y la seriedad de la organización por encima de otras consideraciones, debería dejar paso, en esta nueva coyuntura, a un ejercicio de demostración de las falsedades argumentales de quienes, aprovechandose de ese ejercicio de responsabilidad, han utilizado esos silencios para romper esta organización. Recordando, por ejemplo, las decisiones sectarias y excluyentes de quienes dirigen esta mayoría, negadora de la pluralidad e incapaz de asumir las decisiones y representaciones emanadas de la asamblea de EU, siguiendo por la falta de asunción de responsabilidades por la nefasta y otravez excluyente campaña electoral y terminando por el tema de los dineros de EU y su relación con IU, entre otras cosas.
Lamento que, una vez más, no exista ninguna responsabilidad de quienes han recibido de la militancia la responsabilidad de gobernar EU siguiendo los principios que nos definían y que han sido atacados, vulnerados y menospreciados por quienes más y mejor ejemplo deberían dar. Llevo mucho escrito sobre todo ello y reitero mi profundo cansancio y aburrimiento sobre esta situación. Determinada gente que ha demostrado su impotencia para liderar y organizar a la izquierda real de este país sigue sin asumir ninguna responsabilidad sobre todo lo ocurrido no sólo en los últimos meses sino en los cuatro años que llevan dirigiendo a su antojo esta caótica organización.
Expulsar a las dos diputadas, con las que no comparto algunas de las decisiones que han tomado junto a los diputados del Bloc, no soluciona absolutamente nada, salvo que nuestra coordinadora reclame de nuevo el cargo de Síndica, uno de los objetivos personales que impregnan todas las decisiones que se han tomado en los últimos meses. Expulsiones, peticiones de dimisión de un cargo federal, eximir de culpa y responsabilidad a los dirigentes de la campaña electoral o mantener exclusiones y vetos son claros ejemplos de la manifiesta incapacidad de liderazgo y capacidad de aglutinar sobre objetivos políticos; sólo se trabaja sobre objetivos personales.
Quizás la responsabilidad y la prudencia que determinadas personas han mostrado en todo este tiempo, hasta ahora guardadoras de un más que respetuoso silencio, anteponiendo y salvaguardando la imagen y la seriedad de la organización por encima de otras consideraciones, debería dejar paso, en esta nueva coyuntura, a un ejercicio de demostración de las falsedades argumentales de quienes, aprovechandose de ese ejercicio de responsabilidad, han utilizado esos silencios para romper esta organización. Recordando, por ejemplo, las decisiones sectarias y excluyentes de quienes dirigen esta mayoría, negadora de la pluralidad e incapaz de asumir las decisiones y representaciones emanadas de la asamblea de EU, siguiendo por la falta de asunción de responsabilidades por la nefasta y otravez excluyente campaña electoral y terminando por el tema de los dineros de EU y su relación con IU, entre otras cosas.
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