Anda estos días el Partido Popular un tanto liado con los espías en Madrid y la investigación de Anticorrupción con Orange Market. Empiezan a salir las múltiples conexiones que, tras demasiados años en el poder, mal entendido y mal ejercido, les ha llevado a creer que se puede manejar igual el dinero de uno y el dinero de todos.
La confusión entre el partido y el gobierno, las desconfianzas mutuas, la grave crisis interna del PP (Madrid - Alicante - Elx - Barcelona son sólo algunos ejemplos relevantes) y la falta de liderazgo de Rajoy y de su equipo, de muy bajo perfil y nivel político, hacen que las graves acusaciones que estos días se imputan a altos cargos públicos del PP pongan muy nervisosos a sus dirigentes.
Sin embargo, el PP ha sabido, en otros momentos y con otros dirigentes más capaces, capear otros temporales. El Sr. Fabra sigue mandando en su feudo de Castellón, al parecer intocable e inaccesible a la justicia y a los muchos jueces que han pasado por sus tierras. Sinceramente, creo que el escándalo de los espías madrileños está agravando la fractura interna del PP que deviene de antes de su último congreso (el de Valencia y Orange Market), cuando Aguirre y su claca aspiraban al poder interno como trampolín para la presidencia del gobierno y que, de rebote, esa lucha interna va a dejar huérfanos de amparo a destacados dirigentes peperos (Camps uno de ellos).
¿Quizás este comience a ser el final del túnel en el que nos instalaron hace muchos años en Valencia? El silencio de Alarte y del PSPV-PSOE parece abundar en ello.
1 comentaris:
pues dicen por ahí que mi alcalde anda últimamente más solito...
en fin, a ver si cambian pronto los colores de temporada y nos podemos quitar este horrible cinturón azul.
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