Este fin de semana ha vuelto a ganar mi equipo. Remontó, de nuevo, una situación delicada y supo jugar el partido hasta el final, empujando al rival hasta su área y rematando la faena. Volvimos a ver un buen enfrentamiento frente a un rival al que supimos vencer.
Con inteligencia, con paciencia, resistiendo todas las argucias, todos los empujones, todas las zancadillas. Fuimos, somos, mejores que ellos porque no tenemos urgencias que nos atenacen, ni deudas que nos amordacen.
La situación crítica de hace unos meses, se torna ahora llena de esperanza e ilusión. El final está cerca y el objetivo parece a punto de cumplirse. Sólo por este momento de alegría, la certeza de saber que estamos en el buen camino, que estamos jugando bien nuestras bazas, la ilusión de ver cerca el final de este calvario de los últimos meses, sólo por eso vale la pena haber llegado hasta aquí. Y dentro de pocas semanas, cuando llegue el momento final, estallaremos de alegría y será entonces, sólo entonces, cuando podamos volver la vista atrás, sacar las sillas a la puerta de nuestra casa y ver pasar frente a nosotros el ataúd de nuestros contrincantes, mientras bebemos vodka con limón y gin-tónics de bombay y brindamos por nuestro futuro.
Con inteligencia, con paciencia, resistiendo todas las argucias, todos los empujones, todas las zancadillas. Fuimos, somos, mejores que ellos porque no tenemos urgencias que nos atenacen, ni deudas que nos amordacen.
La situación crítica de hace unos meses, se torna ahora llena de esperanza e ilusión. El final está cerca y el objetivo parece a punto de cumplirse. Sólo por este momento de alegría, la certeza de saber que estamos en el buen camino, que estamos jugando bien nuestras bazas, la ilusión de ver cerca el final de este calvario de los últimos meses, sólo por eso vale la pena haber llegado hasta aquí. Y dentro de pocas semanas, cuando llegue el momento final, estallaremos de alegría y será entonces, sólo entonces, cuando podamos volver la vista atrás, sacar las sillas a la puerta de nuestra casa y ver pasar frente a nosotros el ataúd de nuestros contrincantes, mientras bebemos vodka con limón y gin-tónics de bombay y brindamos por nuestro futuro.
Por cierto, aunque el Athletic ha vuelto a ganar y está en la semifinal de Copa, no estaba hablando de fútbol.
1 comentaris:
Mi padre usa siempre un dicho que me encanta: "por mi puerta pasarás o penarás la vida".
vaticino: por nuestra puerta pasará y penarán la vida
un beso
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