Es cierto que cada uno ve las cosas según el color del cristal con el que las mira. El desarrollo y los resultados de la Asamblea de EU de Valencia de ayer sábado han dejado bien claro cuál es la situación actual de la organización en esta ciudad, muy similares al desarrollo y a los resultados de la IX Asamblea de EU del pasado mes de noviembre.
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No por casualidad. El mimetismo seguido en Valencia del tema de los pactos con otras fuerzas -en particular con el Bloc- con la seguida en el ámbito de País es más que evidente. Durante mucho tiempo, desde las sensibilidades que actualmente conforman la mayoría en EU, se había venido impidiendo la posibilidad de llegar a firmar el Compromís pel P. Valencià, mientras que se vilipendiaba y criticaba con dureza a quienes defendían la necesidad del mismo y la creación de condiciones para alcanzar tal acuerdo. En poco más de dos meses, aquello que se negaba por la mayoría y se defendía por las minorías, se aprueba en las mismas condiciones que antes se negaban y se criticaban.
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Ayer en Valencia se cerró cualquier posibilidad de llegar a acuerdos electorales con el Bloc en Valencia de cara a las Elecciones Municipales, dificultando así, no sólo la posibilidad real de desbancar al PP del gobierno local, sino la obtención de un acta de Diputado provincial que facilitaría también el cambio de color político en esta institución. Frente a nuestra propuesta de que la propia dirección -donde tienen mayoría más que absoluta- se diera el plazo de un mes para sondear, dialogar, explorar las posibilidades de alcanzar acuerdos electorales con otras fuerzas políticas, de que no se cerrara la posibilidad de aplicar en Valencia lo que se aprobó para País, la respuesta es NO. ¿Por qué? ¿Será esto, de nuevo, una puesta en escena de cara a salvaguardar la pax interna en el tripartito que conforma la actual mayoría para después, una vez salvado el trámite de la Asamblea, revisar lo acordado y aprobar mañana aquello que ayer se negó? Visto lo visto, todo es posible. Y seguro que los malos volveremos a ser los mismos.
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Y tampoco se puede pasar por alto los resultado obtenidos por la candidatura encabezada por Amadeo Sanchis. Si después de la defensa de la lista por Marga Sanz, secretaria general del PCPV, y por Gloria Marcos, Coordinadora de EU, el candidato Amadeo recibe sólo 44 votos de los 91 emitidos (48,35%) para ser cabeza de lista en la primera ciudad del país, algo sigue fallando en esta estrategia. La división de votos, la prioridad de evitar que una persona situada en posiciones internas distintas pudiera obtener el segundo puesto de la lista definitiva ha imperado sobre la defensa, el respaldo de la propia asamblea, del conjunto de la militancia, a su número uno. Han preferido un cabeza de lista debilitado a una candidatura plural. Y encima, se han jugado ese segundo puesto a un sorteo. Ver para creer!.
