Resulta que el PSOE ha presentado en el pleno de la Diputación de Valencia una moción para reprobar al presidente de la idem en Castellón, el inigualable Carlos Fabra, el charly pa los amigos, por un presunto -con estos hay que andar con pies de plomo- insulto al portavoz Francesc Colomer, llamándolo "hijo de puta".
En la votación de la moción, que se ha rechazado gracias a los votos mayoritarios del PP, el representante de EU, Jesús León, -que lo es gracias también a los votos recogidos en municipios como Paiporta o Puzol y que permite que algunos "cargos de confianza" sigan cobrando sus nóminas del erario público sin vergüenza ni sonrojo y sin trabajar en aquello de lo que cobra- se ha abstenido en esa reprobación.
Desconozco las razones reales por las cuales, frente al mismo insulto que representantes del Partido Popular parecen expresar con excesiva facilidad en las instituciones públicas, ya sean las Cortes Valencianas o la Diputación, el portavoz de la supuesta izquierda muestra una actitud tan tibia.
Desconozco si el posible pacto que al que parecen haber llegado la coordinadora de EU y el P.P. para seguir atacando a nuestros representantes en determinadas instituciones (Paiporta, Albuixech o Puzol, por ejemplo) comprende también el aval, por pasividad, de conductas y actitudes prepotentes e insultantes hacia representantes de otras opciones políticas.
Desconozco si, ahora, Jesús León y la opción pollitica que representa en la Diputación de Valencia y en el Ayuntamiento de Manises aceptan que el insulto y el ataque personal, como el que padeció la diputada Marina Albiol en las Cortes Valencianas, sean mecanismos válidos de cofrontación en los debates institucionales de propuestas políticas.
O, como siempre desde que la gente que manda en esa organización tomó este rumbo de desvarío y desatino, cada acto y acción se evalúa con varas de medir diferentes en función de quienes lo ejecutan y sobre quienes se dirigen, demostrando, otra vez, la falta de criterio, la falta de sintonía y conocimiento de la realidad social y la falta de propuestas, trabajo, coherencia y seriedad que les caracteriza.
Aunque jueguen con algo tan serio como el futuro de dignos y eficientes trabajadores, padres y madres de familia. Es lo que tiene no haber pegado un palo en la vida y tener como dirigentes a mercenarios de la política que no tienen la más mínima idea de lo que significa el valor y la dignidad del trabajo, por mucho Marx que sean capaces de recitar de memoria, aunque jamás lo hayan llevado a la práctica.
En la votación de la moción, que se ha rechazado gracias a los votos mayoritarios del PP, el representante de EU, Jesús León, -que lo es gracias también a los votos recogidos en municipios como Paiporta o Puzol y que permite que algunos "cargos de confianza" sigan cobrando sus nóminas del erario público sin vergüenza ni sonrojo y sin trabajar en aquello de lo que cobra- se ha abstenido en esa reprobación.
Desconozco las razones reales por las cuales, frente al mismo insulto que representantes del Partido Popular parecen expresar con excesiva facilidad en las instituciones públicas, ya sean las Cortes Valencianas o la Diputación, el portavoz de la supuesta izquierda muestra una actitud tan tibia.
Desconozco si el posible pacto que al que parecen haber llegado la coordinadora de EU y el P.P. para seguir atacando a nuestros representantes en determinadas instituciones (Paiporta, Albuixech o Puzol, por ejemplo) comprende también el aval, por pasividad, de conductas y actitudes prepotentes e insultantes hacia representantes de otras opciones políticas.
Desconozco si, ahora, Jesús León y la opción pollitica que representa en la Diputación de Valencia y en el Ayuntamiento de Manises aceptan que el insulto y el ataque personal, como el que padeció la diputada Marina Albiol en las Cortes Valencianas, sean mecanismos válidos de cofrontación en los debates institucionales de propuestas políticas.
O, como siempre desde que la gente que manda en esa organización tomó este rumbo de desvarío y desatino, cada acto y acción se evalúa con varas de medir diferentes en función de quienes lo ejecutan y sobre quienes se dirigen, demostrando, otra vez, la falta de criterio, la falta de sintonía y conocimiento de la realidad social y la falta de propuestas, trabajo, coherencia y seriedad que les caracteriza.
Aunque jueguen con algo tan serio como el futuro de dignos y eficientes trabajadores, padres y madres de familia. Es lo que tiene no haber pegado un palo en la vida y tener como dirigentes a mercenarios de la política que no tienen la más mínima idea de lo que significa el valor y la dignidad del trabajo, por mucho Marx que sean capaces de recitar de memoria, aunque jamás lo hayan llevado a la práctica.
0 comentaris:
Publicar un comentario