"Nada de na, ni mucho ni poco,
te quedas mirando la vida pasar.
Qué te pueden dar siendo marioneta.
De tan poca tela, ¡quien se va a fiar!"
Manuel Quijano. Café Quijano
El líder nacionalista dará por rota la negociación si Glòria Marcos no rectifica su «inmovilismo»
Levante, EMV.
F. Arabí, Valencia
El voto de discreción que se autoimpusieron los líderes de Esquerra Unida (EU), Glòria Marcos, y Bloc, Enric Morera, para intentar que el largo y cansino noviazgo llegue a buen puerto ha durado cuatro días mal contados. El secretario general del Bloc, Enric Morera, ha salido a la palestra para admitir públicamente que el acuerdo preelectoral con EU no es que está enfermo, es que está tocado de muerte. La negociación, que se reduce a un mero reparto de puestos en las listas, está peor que antes de la asamblea de Esquerra Unida que ratificó a Marcos como coordinadora.
«Ya no es sólo problema de que no nos reconocen la fuerza que tenemos en Alicante [30.000 votos frente a 46.000 de EU], donde nos correspondería el dos y no ceden ni el tres, es que en Castelló resulta que eligen a una candidata muy respetable pero infinitamente menos conocida que nuestros candidatos», advirtió. «Que quisieran situar a Ramón Cardona podría tener un pase, siendo nosotros muy generosos en aras del pacto porque allí tenemos una clara ventaja sobre EU, pero que pongan a una persona absolutamente desconocida es difícil de digerir para nuestras bases», agregó. La oferta de EU es, para Morera, «un esperpento» y evidencia que «tenemos ya serias dudas de que EU quiera realmente un pacto para el cambio, un acuerdo sobre la credibilidad electoral y el democrático reconocimiento de lo que somos cada uno». «Su propuesta no es útil para el cambio porque con esto yo no movilizo ni a mis bases, ni siquiera a los 10.000 que participan en las 300 listas que presentaré». «¿Cómo voy a ilusionar al electorado si frustramos a nuestros afiliados?», insistió. Preguntado por si el Bloc no tenía también responsabilidad en la incapacidad de llegar a un acuerdo, Morera admitió que unos y otros «estamos contribuyendo a hartar a los ciudadanos que desean que jubilemos al PP del Consell». «Es cierto que estamos dando una penosa imagen de pelearnos por las sillas y la verdad es que estamos cargándonos la ilusión que de entrada logramos generar», comentó Morera en tono autocrítico.
«No marear más la perdiz»
Añadió acto seguido que para zanjar ya el asunto «ha llegado el momento decisivo de no marear más la perdiz, porque ya no hay excusas de asambleas ni nada, y de ser honestos y decir si se está dispuesto a respetar la fuerza electoral de cada cual o no y cerrar de inmediato el acuerdo si es posible».Cuestionado sobre si su actitud se trata de una estrategia, de un farol, para finalmente aceptar los diputados, aseveró: «No estoy de farol, esa propuesta de Esquerra Unida, que nos dejaría sin diputado por Alicante, es totalmente inasumible. Yo no puedo ir al consell nacional a que me la voten porque antes ya decidimos casi por unanimidad que no podemos aceptar un pacto que no nos respete y nos ofrezca representación en las tres circunscripciones», concluyó Enric Morera, visiblemente molesto.
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