No entiendo y lamento la decisión de los dirigentes de la F. de Vecinos de ceder a presiones de nadie para aceptar y asumir el discurso de la derecha dirigente de criminalización de la ciudadanía en el ejercicio de sus derechos.

No entiendo y lamento que quienes dicen llamarse dirigentes vecinales acaten la priorización de la celebración de una "fiesta" elitista, clasista y altamente onerosa para las arcas públicas, en detrimento del derecho al ocio -que también lo es- de la inmensa mayoría de la gente en una fiesta tradicional.

No comparto en absoluto la visión que el PP, a través de sus Sánchez de León y compañía, intentan hacer calar de que los derechos de las personas deben pasar por el filtro de su aprobación que, en este caso, además depende del albedrío que marcan los grandes eventos. Ni comparto que quienes dicen ser los representantes de los vecinos asuman ese lenguaje ni ese discurso de la derecha, salvo que lo sean ellos también.

Ni asumo ni comparto que la ciudad sea para quienes la visiten y no para quienes la viven cada día y tengan que encerrarse en su casa, como apestados tras las vallas del apartheid, para mostrar al mundo la imagen de lo que no somos; y que este discurso sea el que asuma la federación vecinal.

No entiendo ni comparto las razones que los dirigentes vecinales argumentan para no estar con sus vecinos y supuestamente representados. ¿Quizás prefieran estar en los palcos de la Fórmula 1 con la gente VIP? Tiempo tienen de rectificar si pretender mantener la representatividad que se les supone y la coherencia que deberían mostrar.