Después de la debacle electoral del pasado domingo, con amplia responsabilidad de la actual mayoría de la dirección de EUPV (mañana veremos qué pasa en el Consell Nacional), sigo esperando el análisis de los resultados que haga el PCPV.
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Algunos de nosotros, los defenestrados, los excluídos, fuimos los únicos que defendimos públicamente a Marga Sanz como cabeza de lista por la circunscripción de Valencia, ante lo cual fuimos tildados de todo, menos de guapos. Ahora que se ha demostrado que la estrategia de campaña, diseñada por el equipo de "asesores" de Gloria, sin la presencia de los responsables del PCPV (el Secretario de Organización se ha pasado toda la campaña en su pueblo, haciendo la misma, con el resultado de la pérdida de la representación institucional en Ontinyent) en el diseño, seguimiento y desarrollo de la misma, no era la adecuada y cuya consecuencia más inmediata -que no la única- ha sido que nuestra Secretaria General, Marga Sanz, haya quedado fuera de las Cortes Valencianas algo tendrá que decir el PCPV.
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El Partido se puso al servicio de una persona como Gloria, que lo ha utilizado para conseguir sus propios fines. Ahora que no hay cargos para todos, ahora que se ha demostrado que esta dirección no es capaz de aglutinar a su alrededor ni generar ilusión y esperanza entre la ciudadanía, ahora que la verdadera UTE de esta organización que forman los Independientes, el sector mayoritario del PCPV y l'Espai Alternatiu tendrá que dirimir quien dirige verdaderamente esta organización, algo tendrá que decir el PCPV. Nuestra secretaria general se ha quedado fuera de las Cortes y eso es responsabilidad de alguien que tendrá que asumir tal responsabilidad. Porque si no, el PCPV deberá cambiar de referente público. Lluis Torró o Marina Albiol son la alternativa. Algo tendremos que decir.
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