La corriente Esquerra i País se constituirá como partido dentro de la formación. Los nacionalistas tienen en su punto de mira acelerar la convergencia con el Bloc
Francesc Arabí, Valencia Levante-EMV, 17/06/07
La historia interna de Esquerra Unida es, simplificándola mucho, la de dos grandes bloques -el Partit Comunista del País Valencià (PCPV) y la corriente nacionalista Esquerra i País (EiP)- y unos cuantos satélites que gravitan en torno a ellos, aprovechando cada tres años las asambleas para contarse con la esperanza de ser uno más que el otro. En esencia, EiP ha ido engordando mientras los comunistas han tenido que compensar su pérdida de terreno aliándose con minorías con las que tienen la prevención hacia el nacionalismo como común denominador. El encumbramiento de la independiente Glòria Marcos como coordinadora en el congreso de 2003 fue la demostración de que el PCPV ya no estaba con fuerzas de seguir colocando al líder de EU y tenía que conformarse con evitar que las riendas del partido acabaran en manos de Pasqual Mollà, líder de los nacionalistas.
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Ese escenario se repitió en la última asamblea, el pasado noviembre, si bien Esquerra i País, lejos de seguir progresando, sufrió un ligero retroceso, pero representa a un tercio de la organización. La candidatura de Projecte Obert, encabezada por Josep Vicent Bort -con los moderados del PCE liderados por Joan Ribó- logró el 16% de los apoyos, pero en parte a costa de quitarle votos a Mollà. La mayoría de EU se mantuvo y ahondó la división interna en un cónclave incubado al calor de las disputas en torno a la negociación del pacto autonómico con el Bloc.
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Los dos grandes sectores de EU siempre eran una pareja mal avenida, pero la novedad de los últimos meses, acentuada desde la debacle electoral, es que ni se hablan. La decisión de EiP de salirse de la dirección es el primer paso de cara a constituirse como partido. «Si Glòria Marcos nos trata como partido, como si estuviéramos en una coalición, a lo mejor nos conviene formar ya un partido y tendremos más garantías, como el PCE» , razonan desde EiP. De hecho, EU nació como coalición de partidos.
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«No a la limpieza étnica» Es la manera cruda de referirse al «nuevo marco interno de relaciones» , que demandan. Porque EiP no piensa consentir, dice, «la limpieza étnica de las minorías». Aluden a la marginación de Projecte Obert, que tiene derecho a dos miembros en la permanente y no han podido colocarlos porque se les exige que cambien en la propuesta a Iván Castañón o Bort por una mujer para cumplir la paridad de sexos. «Que la aplique el sector mayoritario que tiene a 6 hombres y 2 mujeres» , dicen los críticos. Projecte Obert perderá todo su poder institucional cuando en el consell polític la mayoría decida que la concejal del PCE de Catarroja Rosa Pérez releve a Bort en la diputación. Los afines a Ribó tendrán un motivo más para ir de la mano de EiP, sector que advierte que la falta de autocrítica sobre el resultado electoral le lleva a plantearse acelerar la ruptura para propiciar la convergencia con el Bloc en una Iniciativa a la valenciana. En la ejecutiva, hacen gestos conciliadores al proclamar que en EU «no sobra nadie» , aunque recuerdan que hay «mayorías y minorías y los resultados de las votaciones tienen que acatarse».
F. A., Valencia, Levante-EMV, 17/06/07La dirigente de EiP y diputada autonómica Mònica Oltra lamentaba el otro viernes que la actual dirección, que lidera Glòria Marcos, no había sabido entender, según ella, el «mensaje de la ciudadanía» el 27 de mayo. Como ejemplo paradigmático se refería a la diferencia de votos entre la candidatura municipal de EU en Valencia, que concurría en solitario, y el apoyo a la lista autonómica de Compromís pel País Valencià en el cap i casal . «Esos 12.000 votos de diferencia [EU logró 19.000 y Compromís, 31.0000] quieren decir algo» , apuntaba Oltra, para quien el acuerdo autonómico debería haberse refrendado en las municipales.
No perdió ocasión de reafirmar la apuesta por la continuidad de Isaura Navarro como cabeza de lista al Congreso. Es la única opción dispuestos a aceptar. Las diferencias sobre el candidato idóneo pueden ser decisivas para que la coalición no se revalide en las generales. El PCPV quiere colocar a alguien suyo como Amadeu Sanchis o Marga Sanz, lo cual es inaceptable para el Bloc. «¿Cómo convencemos a los nuestros de que voten a un candidato comunista » , argumenta un dirigente nacionalista. Al contrario que en las autonómicas, no hay posibilidad de negociar cupos porque, en el mejor de los casos, todos los sectores coinciden en que no van a lograr más de un diputado. No se descarta incluso una alianza del Bloc con una EiP transformada en partido.
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