Debo reconocer que tiene razón mi anónimo criticante cuando sugiere que barro hacia alguien cuando escribo determinadas opiniones acerca de cómo se ha afrontado y seguido por parte de dirigentes de mi organización el proceso de negociación del famoso e inexistente -por ahora- pacto preelectoral con otras fuerzas políticas de la izquierda valenciana.
Fui uno de los que recibieron el anuncio de pactar con el Bloc con verdaderos reparos, escepticismo y múltiples objeciones fundamentadas en las relaciones municipales de la legislatura 1987-91. Poco a poco, con el paso de las semanas, veía y me convencía de la bondad de un amplio acuerdo a la izquierda del PSOE que permitiera, objetivo fundamental entonces y ahora, desplazar a la derecha del gobierno de la Generalitat y hacer políticas diferentes en y para nuestro país. El Bloc, mal que les pese a muchos, era y sigue siendo parte fundamental de ese acuerdo. Y, siendo escéptico todavía con el pacto -creo que, más importante que el 3º por Alicante es la letra pequeña de ese acuerdo electoral de la que nadie está hablando (asesores parlamentarios, personal de confianza, control de las cuentas corrientes, participación en gastos de campaña y de funcionamiento del futuro grupo parlamentario, representantes en otras instituciones derivados de la representación parlamentaria, etc, etc)- estoy plenamente convencido de que, salvo sorpresas, sólo uniendo esfuerzos y votos a la izquierda del PSOE será posible un cambio de color en la próxima legislatura. Y para eso es imprescindible movilizar de manera ilusionante a nuestra militancia y esa parte de la sociedad valenciana que espera hechos antes que palabras.
Por ello sigo sin entender y esperando que alguien de alguna explicación mínimamente clara de cuál es el objetivo de toda esta tensa espera que está desmotivando, desmovilizando y generando escepticismo, desilusión y enfado, como ya he dicho en algún escrito anterior. Veo, porque procuro sentir el pulso de la calle y no enterarme de lo que pasa sólo por los periódicos, que esas son las consecuencias de la actuación de los dirigentes de EU y del Bloc y no me gusta lo que veo porque lo que han hecho hasta ahora y lo que están haciendo al final lo pagará -hacia ella barro- la izquierda de este país -mucho más amplia que EU- y el conjunto de la sociedad valenciana.
Pero, a pesar de mis recelos, sigo creyendo que, "más temprano que tarde, se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor."
S. Allende
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