En el Levante de hoy jueves, 30 de octubre, Emili Piera escribe en su artículo "El sí y el no", que "la salida de Gaspar Llamazares (que no fue malo) abre prometedoras posibilidades de refundación de una EUPV como fuerza socialdemocráta de izquierdas."
Creo que esta reducción simplista no ayuda en absoluto a un supuesto análisis de las causas y orígenes de la grave crisis que padece la izquierda valenciana, en su conjunto, y EU en particular , ni de las consecuencias que puede tener a corto, medio y largo plazo para cambiar el panorama político actual que padecemos en Valencia. Pero errar en el diagnóstico puede impedir errar también en la búsqueda de soluciones que permitan cambiar el rumbo que siguen ahora los movimientos progresistas en nuestro país y su percepción por la sociedad valenciana y modificar , en plazos razonables, la situación actual de los mismos.
Aunque, en plan también reduccionista y simplista, mientras se mantengan los mismos perros, con distintos o con los mismos huesos, poco habrá que hacer y muy pocas ilusiones por hacer algo nuevo o distinto.
Adjunto reescribo el mail que le he enviado a Emili Piera sobre el tema
Estimado Emili:
La situación de EUPV no ha dependido nunca de la permanencia o salida de Gaspar Llamazares (o Julio Anguita en su momento) en la coordinación de IU. La grave crisis que ha padecido -desconozco ahora la situación real de la organización- ha sido generada por una dirección dogmática y sectaria, encabezada por Gloria Marcos, secundada por el responsable de Organización y Finanzas, Ricardo Sixto, y apoyados por la dirección del PCPV (Marga Sanz y Francisco García Mancheño), que no ha podido, sabido o querido integrar y convivir con las diferentes sensibilidades que, históricamente, hemos compartido proyecto político.
Estoy seguro que no hace falta repetir las críticas que destacados dirigentes "disidentes", como Pasqual Mollà o Joan Ribó, con las formas y el fondo del comportamiento y las decisiones de esta dirección, han venido haciendo desde el mismo día de la primera designación de Gloria Marcos como coordinadora de EU, en el año 2001, en una triple votación no contemplada en los Estatutos y que, con el transcurso de los años, ha devenido en exclusiones, personalismos, insultos y descalificaciones, dogmatismos, sectarismos, y finalmente, vetos personales, todo ello inaceptable en cualquier organización e indecente y carente de ética en EU.
Gaspar, o la lucha por la coordinación de IU, no ha sido más que otro leño en el fuego de una autodestrucción que sólo permite mantener su "estatus" económico -si es que es tal- en forma de nóminas del erario público a determinados personajes de la política, supuestamente de izquierdas, que paradójicamente, aplican internamente políticas de derechas en materia laboral y a las que el propio Llamazares alimentó con su decisión en el pasado Consejo Político Federal de enero de este año.
Lamentablente, los males de EU estan en su propia dirección, en aquellos que anteponen sus intereses y anhelos personales a los de la propia organización y a las necesidades de la ciudadanía a la que dicen defender y representar. Su mediocridad y mezquindad política, su lejanía y profundo desconocimiento de la realidad social, su imperiosa necesidad de "enemigos" que den razón de ser a su propia existencia son el veneno que está matando las ultimas posibilidades de cambio real en nuestro país, de crecimiento y fortalecimiento de la izquierda social valenciana. Al menos, desde y con esta Esquerra Unida de ahora. Fuera de ella, lo desconozco.
Si necesitas alguna aclaración o detalles de alguna cuestión que te interese, estoy a tu disposición.
Atentamente
Creo que esta reducción simplista no ayuda en absoluto a un supuesto análisis de las causas y orígenes de la grave crisis que padece la izquierda valenciana, en su conjunto, y EU en particular , ni de las consecuencias que puede tener a corto, medio y largo plazo para cambiar el panorama político actual que padecemos en Valencia. Pero errar en el diagnóstico puede impedir errar también en la búsqueda de soluciones que permitan cambiar el rumbo que siguen ahora los movimientos progresistas en nuestro país y su percepción por la sociedad valenciana y modificar , en plazos razonables, la situación actual de los mismos.
Aunque, en plan también reduccionista y simplista, mientras se mantengan los mismos perros, con distintos o con los mismos huesos, poco habrá que hacer y muy pocas ilusiones por hacer algo nuevo o distinto.
Adjunto reescribo el mail que le he enviado a Emili Piera sobre el tema
Estimado Emili:
La situación de EUPV no ha dependido nunca de la permanencia o salida de Gaspar Llamazares (o Julio Anguita en su momento) en la coordinación de IU. La grave crisis que ha padecido -desconozco ahora la situación real de la organización- ha sido generada por una dirección dogmática y sectaria, encabezada por Gloria Marcos, secundada por el responsable de Organización y Finanzas, Ricardo Sixto, y apoyados por la dirección del PCPV (Marga Sanz y Francisco García Mancheño), que no ha podido, sabido o querido integrar y convivir con las diferentes sensibilidades que, históricamente, hemos compartido proyecto político.
Estoy seguro que no hace falta repetir las críticas que destacados dirigentes "disidentes", como Pasqual Mollà o Joan Ribó, con las formas y el fondo del comportamiento y las decisiones de esta dirección, han venido haciendo desde el mismo día de la primera designación de Gloria Marcos como coordinadora de EU, en el año 2001, en una triple votación no contemplada en los Estatutos y que, con el transcurso de los años, ha devenido en exclusiones, personalismos, insultos y descalificaciones, dogmatismos, sectarismos, y finalmente, vetos personales, todo ello inaceptable en cualquier organización e indecente y carente de ética en EU.
Gaspar, o la lucha por la coordinación de IU, no ha sido más que otro leño en el fuego de una autodestrucción que sólo permite mantener su "estatus" económico -si es que es tal- en forma de nóminas del erario público a determinados personajes de la política, supuestamente de izquierdas, que paradójicamente, aplican internamente políticas de derechas en materia laboral y a las que el propio Llamazares alimentó con su decisión en el pasado Consejo Político Federal de enero de este año.
Lamentablente, los males de EU estan en su propia dirección, en aquellos que anteponen sus intereses y anhelos personales a los de la propia organización y a las necesidades de la ciudadanía a la que dicen defender y representar. Su mediocridad y mezquindad política, su lejanía y profundo desconocimiento de la realidad social, su imperiosa necesidad de "enemigos" que den razón de ser a su propia existencia son el veneno que está matando las ultimas posibilidades de cambio real en nuestro país, de crecimiento y fortalecimiento de la izquierda social valenciana. Al menos, desde y con esta Esquerra Unida de ahora. Fuera de ella, lo desconozco.
Si necesitas alguna aclaración o detalles de alguna cuestión que te interese, estoy a tu disposición.
Atentamente
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