Jorge Galindo es analista político y miembro del grupo de análisis Politikon.
Los trágicos incendios que han devastado nuestro ecosistema durante
la última semana no solo han tenido desastrosas consecuencias
medioambientales, sociales y económicas. También han dejado una marca en
el sistema político valenciano. Aunque ante tamaña desgracia no puede
hablarse de ganadores porque todos los valencianos hemos salido
perdiendo (y mucho), si alguien ha salido reforzado de la crisis ha sido
la coalición de izquierdas Compromís. A costa no solo del partido
gobernante, sino también del PSPV, que con cada nuevo evento relevante
ve su influencia más y más reducida. Analicemos las acciones y
estrategias de los partidos durante los días críticos.
El Consell, en un primer momento asumió una actitud de moderada
responsabilidad, y un discurso de “hacer todo lo posible” para minimizar
la gran “catástrofe”. Es lo único que podía hacer y lo que dicta el
manual: un desastre con causas iniciales externas como es un incendio
suele erosionar al partido en el Gobierno, pues la primera pregunta
(lógica) de todos los ciudadanos es “por qué” y “no se podría haber
evitado”. El Gobierno está obligado a responder, pero no puede hacer
mucho más que lamentar lo sucedido y explicar las causas inmediatas;
según el Consell, condiciones meteorológicas y negligencias.
La respuesta de Compromís ha sido contundente, y se puede resumir más
o menos así: “Nuestra tierra se está quemando, y en última instancia es
culpa de ellos (el Consell, el PP), de su política medioambiental, del
modelo de crecimiento económico basado en la destrucción de territorio
de la última década y media, y sobre todo de los recortes al estado de
bienestar de los últimos años”. La correlación recortes-política
medioambiental y económica-incendios no necesita ser demostrada (y no
nos ocupa aquí hacerlo), basta con que suene consistente, pues se apoya
en la tendencia del individuo y de la sociedad a buscar responsables
incluso cuando no tiene por qué haberlos, se debe a que necesitamos
comprender el mundo en que vivimos, sentir que tenemos control sobre el
mismo. El clima o un accidente son por definición incontrolables. Una
mala gestión política, no.
Al mismo tiempo, la coalición se ha erigido en defensor del
territorio, el medio ambiente, y de un modelo contrario para lo nostre:
fuerte política medioambiental, recuperación del territorio con cambio
de modelo económico, y Estado de bienestar con amplias inversiones. Por
descontado, no han especificado cómo puede hacerse esto en un contexto
como el actual. Su propuesta es tan vaga como la del PP, pero el hecho
es que tienen un modelo.
El PP ha entrado directa e indirectamente a responder a todo esto con
su contramodelo, acusando a quienes hablaban de recortes de poco menos
que “antivalencianos”, sin explicación consistente sobre los medios
disponibles y su relación o no con la catástrofe. El resultado no ha
sido otro que Compromís ha pasado a ser el interlocutor privilegiado del
Consell en la lucha partidista sobre los incendios y sus causas.
Porque el PSPV ha quedado totalmente fuera de este juego. Ni en los
medios oficiales ni en los alternativos han conseguido articular un
discurso claro sobre lo sucedido. La causa es no solo su desastrosa
situación interna y falta de organización, sino el hecho de que llevan
una década y media sin proponer un modelo claro sobre qué quieren para
la Comunidad Valenciana. El votante medio elige por las políticas que le
son propuestas, pero necesita que estas tengan una narrativa y una
coherencia para poder escoger. El PP supo hacerlo muy bien en los
noventa y la primera mitad de los 2000. Compromís lo está consiguiendo
ahora. El PSPV, no.
El resultado es que esta desastrosa crisis nos acerca un poco más a
una situación en la cual existen dos modelos diferenciados que compiten
por gobernar la Comunidad Valenciana. Pero el de la oposición está
liderado por un partido que no se encuentra donde está el votante medio,
sino en dos extremos: el económico y el identitario-nacional. Esto deja
una izquierda dividida entre aquellos votantes que ven en Compromís
algo demasiado alejado de su ideología y los que consideran que el PSPV
no es capaz de articular una oposición firme y consistente, con
políticas alternativas claras, al Gobierno de la derecha. El resultado
es poco halagüeño para nosotros, los valencianos: ninguno de los dos
modelos en puja (y tampoco el no-modelo del PSPV) tiene una sólida base
analítica en términos económicos y sociales, ninguno tiene políticas que
parezcan lo suficientemente moderadas, valientes y coherentes para
sacar a la Comunidad Valenciana del hoyo en que se encuentra. De hecho,
hoy por hoy solo uno de ellos tiene el suficiente apoyo electoral como
para seguir gobernando, y es precisamente el modelo en decadencia, el
que nos llevó al fondo del hoyo.
Con este incendio no solo se nos ha quemado la tierra, también se nos
quema, un poco más, la posibilidad de tener un futuro político
esperanzador.
0 comentaris:
Publicar un comentario