Ayer, sábado 22 de noviembre de 2014, el Consell General de Compromís no aprobó el reglamento de Primarias que se había estado negociando y pactando durante muchos meses. Un grupo de gente, suficiente para bloquear la mayoría cualificada de 2/3 necesarios para la aprobación del reglamento, votó en contra o se abstuvo y torpedeó, probablemente de manera definitiva, el avance de la coalición de cara a consolidar el proyecto en las próximas citas electorales del próximo año.
Sin entrar a valorar las razones del por qué de lo ocurrido ayer -en la prensa de hoy domingo aparecen suficientemente desgranadas-, la votación de ayer me libera. Me separa definitivamente de los fundamentalismos nacionalistas, de las ortodoxias de partido, de las cúpulas orgánicas, de las intransigencias personalistas, de los egos desmedidos, de los chiringuitos institucionales que dan de comer -parece que muy bien en algunos casos- a unos pocos, de los que negocian en zulos a puerta cerrada o en barras de bar, de los impresentables y los irresponsables, de los poseedores de la verdad absoluta, de los inútiles, de los aprovechados y mercenarios de la política, de los que priorizan su futuro en detrimento del futuro colectivo y de los estúpidamente mezquinos. Que les den!
0 comentaris:
Publicar un comentario