Aarón Reyes Domínguez
https://elhombrebizantino.wordpress.com/2012/04/22/el-presidente-del-pas-de-los-horrores/
Querido señor Presidente: es usted un hijo de puta. Usted y sus ministros. Se lo digo así, de entrada, porque sé que nunca va a leerme, como nunca lee usted libros, ni nada más que periódicos deportivos como usted mismo ha confirmado, jactándose, como buen español de ser un ignorante. No se engañe, por eso lo han votado tanta gente. Perdonen los demás el exabrupto, pero es que está demostrado que somos lo que nuestros padres nos han educado, y si usted y sus ministros son como son, es porque sus madres muy bien no lo han hecho. A pesar de los colegios de pago, de pertenecer a la oligarquía de épocas dictatoriales, etc.
Verá
usted, señor presidente. Lo que más me molesta no es que usted sea un bastardo
malnacido, sino un ignorante, y sobre todo un mentiroso. Se presentó a unas
elecciones diciendo que no haría cosas que ahora hace. Dijo hace tiempo que la
posibilidad de una amnistía fiscal le parecía injusta y absurda, y no ha tardado
ni tres meses en recurrir a esta
medida de forma injusta y absurda,
como señala el diputado de IU Alberto Garzón al que usted y sus secuaces
ningunean como a cualquier otro que no sea seguidor suyo. Ésa es la democracia
que ustedes entienden, ignorar a los representantes de la ciudadanía que no les
afín. Usted dijo que la Sanidad y la Educación no se
tocaban, y la han tocado pero bien. A la banca nada, y eso que los grandes
expertos en economía señalan que, o le metemos mano a sus amigos de las
finanzas, o nos vamos a
pique
Le
voy a explicar unas cuantas cosas dado que usted es un ignorante que lee prensa
deportiva en lugar de libros de historia, economía o política. Durante los años
20 hubo gente que tuvo la genial idea de crecer mucho, por encima de sus
posibilidades como ahora tienen ustedes tan de moda decirnos. Tanto que incluso
a Churchill, para salir de la situación de postguerra, se le ocurrió
revalorizar la libra, lo que trajo bajada de sueldos y aumento de las horas de
trabajo. No sólo no se creció por encima de lo esperado sino que destruyó la
posibilidad de crear un modelo sostenible de crecimiento basado en el consumo,
lo que permite terciarizar una economía y hacerla verdaderamente competitiva.
Eso es ser un país desarrollado y no ganar mundiales de fútbol. Cuando llegó la
crisis del 29 y la posterior recesión mundial en los 30, en un país tan poco
sospechoso de socialista, comunista o lo que ustedes quieran, como EEUU,
decidieron adoptar una cosa llamada New
Deal, que consistió, entre otras cosas, en subir los sueldos y
bajar las horas de trabajo. Como consecuencia, había más puestos de trabajo
para cubrir esas horas de menos, y los que salían de su trabajo lo invertían en
consumo, lo que reactivó la economía y permitió al país dar un definitivo
empujón hacia arriba para salir victorioso de una Guerra Mundial que libró en
tres continentes.
Por
si usted no lo sabe, las medidas que está ejecutando han conseguido lo
contrario. Hablo en pasado porque tal vez no lo sepa, pero no hay nada nuevo en
los famosos "recortes". Argentina, Chile, Polonia, Rusia y así hasta
un largo etc de países engrosan una horrible lista de fracasos de las políticas
neoliberales de Milton Friedman y el Consenso de Washington que desde los 70
llevan intentando hacernos creer que sumergir a un país en el shock económico
es una salida a la crisis. Jamás las medidas de la Escuela de Chicago
han funcionado. Jamás un país ha salido de la crisis de esa forma. Jamás una
sociedad se ha beneficiado de ello. Por el contrario, ha generadosuicidios, deterioro del Estado del Bienestar
(que ustedes insisten en decir que se ha terminado mientras vemos cómo crece y
se desarrolla en otros países de nuestro entorno) y ha destruido el futuro de
numerosas generaciones.
Usted
miente, señor Presidente, y es sumamente peligroso. Porque el anterior era un
inútil, pero usted es un pirómano en mitad de un incendio. El otro creía vivir
en el País de las Maravillas y usted nos está sumiendo en el País de los
Horrores. Toda política fiscal que no se base en la generación de riqueza, toda
medida relativa al empresariado que no atienda prioritariamente a las empresas
que cotizan más del 60% de sus ganancias en forma de sueldos e impuestos en
España (y no Repsol, que solamente invierte un 20% y ahora la defienden como
española; hay empresas extranjeras que reparten más beneficios al conjunto del
país), todo lo que no sea alumbrar un futuro basado en la investigación y no en
el trabajo precario, es destruir el futuro del país. A usted y sus secuaces se
les llena la boca diciendo que hay que fomentar el emprendedorismo, y en lugar
de ello desarrollan un plan basándose en los ideales especulativos de los
dirigentes de la CEOE cuyo historial de empresas arruinadas por la
especulación de la que ellos salen indemnes mientras el Estado se hace cargo de
los parados que dejan es absolutamente bochornosa. Eliminan de todo plan de
emprendedores la posibilidad del emprendedor social y generan únicamente una
nueva casta de tiburones amparados en una reforma laboral neofeudal.
Ustedes
se olvidan que los países desarrollados como EEUU, Alemania, Francia, etc.,
invierten entre el 2'6 y el 3'4% del PIB en I+D+I. España no sólo necesita un
esfuerzo superior (en torno al 6%) para ponerse a su altura sino que ustedes
nos bajan la
inversión del 1'3% al 0'9%.
Para entendernos, usted que sólo lee sobre deportes, es la diferencia entre
inventar un coche, y fabricarlo. Quien lo inventa tiene los beneficios de todos
y cada uno de los coches que se venden. Quien lo fabrica sólo de las unidades
que salen de su fabrica. ¿Dónde se inventan los coches? En Alemania, por citar
un caso. ¿Dónde se fabrican? En España, Polonia o Rumania. Es evidente de
quiénes estamos más cerca, pues. Al darle el hachazo que usted le ha dado a la
investigación nos condena a ser un país de camareros, portaequipajes, y por
supuesto de trabajadores poco o nada cualificados que trabajemos para empresas
extranjeras a sueldos miserables mientras tenemos la moneda de los países con
mejor calidad de vida. Si seguimos en el euro es para vivir como ellos, no para
que ustedes nos hagan vivir como en Botsuana con precios de París.
Usted
nos está suicidando
económicamente. Tal
vez no sepa quién es Paul Kruggman, pero es Premio Nobel de Economía. Para él
es evidente que usted nos miente o no quiere darse cuenta de que no estamos ni
siquiera en recesión, sino en fase de depresión, y sus medidas nos hunden cada
vez más. Ha aceptado ser el banco de pruebas
del FMI, cuyas
medidas ya arruinaron a varios países, pregunte si no por Grecia o Italia donde
están fracasando estrepitosamente. Usted no le dice a la gente que estamos
metidos en una III Guerra Mundial cuyas armas no son de fuego, sino que tienen
a forma de experimentos socio-económicos, donde los tanques son agencias de
calificación de la deuda, donde los países utilizan a los ciudadanos para
intereses ajenos a estos, y donde, al final, la gente está muriendo y
sufriendo, como en cualquier guerra. Usted nos dice que es bueno meter a
cuarenta alumnos por clase, que es bueno que haya menos profesores, menos médicos,
menos atención sanitaria, y a veces pienso que simplemente usted es gilipollas,
que no puede ser que actúe con maldad. Y créame, lo sigo pensando. Los malos
seguramente son otros, usted no tiene la inteligencia suficiente para darse
cuenta de todo eso. Sí la tiene, en cambio, para saber que todo esto puede
traer revueltas sociales, agitación en la calle. Por eso va a aprobar una
medida por la cual será terrorismo y condena criminal resistirse a la
voluntad del Gobierno expresada en sus brazos de coerción, es decir, al
policía. Como yo le estoy diciendo esto, seguramente me acusará de terrorismo
por incitar a la gente a decirle a usted las verdades a la cara.
Señor
Presidente, usted no quiere decirlo porque la Führer Merkel le
amenaza desde el IV Reich que se ha instalado. No es una
exageración, oiga, que lo dice hasta el Financial Times que como todo el mundo sabe es
muy de izquierdas sin duda. Estamos metidos en mitad de una III Guerra Mundial,
vuelvo a repetírselo, y no es una idea únicamente mía, sino de gente de esa que
ha estudiado, tiene doctorados, ha dado clase en varias universidades, ha
viajado por el mundo, ha leído mucho, mucho, habla varios idiomas, ha vivido
diferentes procesos de crisis y recuperación, y a algunos también les gustan
los deportes. Pero también ven que ustedes nos metieron una primera fase de
Movimientos Financieros que ahogaron nuestra economía y ahora nos meten en una
fase de Posiciones para hundirnos en el shock, en el miedo, en la angustia.
Solo
le deseo que si algún día la sociedad se rebela, salimos a la calle, tomamos
los poderes públicos, proclamamos una Asamblea Constituyente, convocamos un
referéndum sobre la forma de Estado, disolvemos los partidos actuales y los
obligamos a refundarse en partidos que atiendan a las ideologías políticas y no
a las económicas, establecemos un sistema de elecciones realmente democráticas,
nos salimos de la moneda alemana (llamada también euro) y establecemos pactos
bilaterales con los países importantes, invertimos en educación e
investigación. Si todo eso pasa y empieza con una mecha que la sociedad
enciende. Si pasa y asaltamos su palacete en la Moncloa, ojalá usted esté
ya camino del exilio en Berlín.
O
lo va a pasar mal. Muy mal.
2 comentaris:
Si los PIIGS (o GIPSI) amenazaran con expulsar a Alemania del euro, no sería positivo para nosotros (porque nuestras deudas están en euros, el euro bajaría y automáticamente aumentaría nuestra competitividad fuera de la zona euro) y negativo para Alemania (su marco aumentaría de valor y sus exportaciones dentro de la zona euro perderían competitividad y nuestras deudas con respecto a su marco, bajarían de valor).
Este artículo no está escrito por el señor San Pedro, está sacado del blog https://elhombrebizantino.wordpress.com/ cuyo autor es Aarón Reyes Domínguez. Mucho cuidado con atribuir cosas a personas que no lo han dicho, por que se mete en un lío muy gordo tanto al que se dice que lo ha escrito como al que hace publicidad de ello. Lo que se dice en el artículo es lo suficientemente lógico e importante por sí mismo como para que no haya necesidad de adornarlo con firmantes famosos.
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